jueves, 8 de octubre de 2015

5 consejos para mejorar tu relación de pareja

1. Cada día en plan de conquista Dar por hecho que ya se ganó la partida y que no hay que hacer nada más para conquistar al otro, es el primer paso para el deterioro de la relación. Recordar las estrategias más útiles al comienzo de la relación y aplicarlas, así como nuevas acciones basadas en el conocimiento que se tiene de la pareja, mantendrán la chispa y la emoción y evitan que el otro o uno mismo se convierta en algo tan obvio como el sofá de la sala.

2. Tener una vida propia Cuando todas las experiencias que se tienen se viven en pareja, llega un punto en que no hay nada nuevo de qué hablar. Tener amigos propios, intereses individuales, actividades independientes de la pareja, es conveniente tanto para la persona como para la relación: oxigena, da temas de conversación, propicia nuevas actividades, nuevos amigos, en resumen, enriquecen la cotidianidad.

3. Modificar rutinas Las rutinas prevalecen porque son cómodas, pero se pueden volver automáticas y por lo tanto pierden la emoción. Romperlas es más fácil de lo que se cree. Es darle espacio a la espontaneidad, atreverse a hacer propuestas fuera de lo común y cambiar la comodidad por la acción. Por ejemplo, aprovechar un día soleado en la semana y encontrarse en algún lugar de la ciudad después del trabajo para conversar mientras cae la noche.

4. Interesarse por lo que hace el otro Los hobbies, gustos, intereses y el conocimiento del otro, pueden aportarle mucho al universo propio. Siempre habrá un ángulo de lo que el otro hace, que puede generar curiosidad en la pareja. No es decir simplemente “no me gusta el fútbol” sino intentar comprender por qué le gusta al otro. Con esta actitud se vencen prejuicios y se amplían horizontes. Además, se crean espacios para compartir.

5. Tener momentos exclusivos para compartir entre dos Cuando hay niños de por medio, es poco el espacio que se tiene para compartir en pareja. Los abuelos, los tíos, la familia en general, pueden ser de gran ayuda para tener algunos momentos a solas. También en la vida cotidiana se pueden reservar algunos espacios para vivir en pareja: cuando ya se han acostado los niños o temprano, antes de que se levanten. El hecho es nunca olvidar que el otro, fuera de ser “el papá o la mamá de mis hijos, es mi pareja”.

6. Una buena relación sexual En la sexualidad influyen la biología, pero también la psicología de ambos. El estrés y el cansancio diarios no son los mejores acompañantes para una relación. La risa, por el contrario, distensiona y permite un acercamiento más tranquilo. Buscar o crear ambientes adecuados (también emocionales) y evitar los encuentros “automáticos” son buenas formas de mantener una relación dinámica y emocionante. Preparar la comida juntos, sin prisa y anunciándolo de antemano de manera que ambos estén en la misma tónica, es una buena manera de disponerse para el sexo.

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